Bolivia tiene una historia marcada por culturas indígenas avanzadas, como los tiwanakotas y luego el Imperio Inca, antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI. Durante la colonia, el territorio, rico en plata especialmente en Potosí, fue explotado intensivamente, con la población indígena en condiciones de trabajo extremas. En 1825, Bolivia logró su independencia, pero los años posteriores fueron de gran inestabilidad política y conflictos fronterizos que la llevaron a perder vastos territorios en guerras contra Chile (Guerra del Pacífico) y Paraguay (Guerra del Chaco). En el siglo XX, Bolivia experimentó periodos de reformas sociales, dictaduras militares y, desde el año 2000, importantes cambios políticos con una mayor inclusión de los pueblos indígenas en la vida política del país.
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